La edición en español de Bejamin salió a la venta en España y en México en el año 2010. El libro se dejó de distribuir hace mucho tiempo y al día de hoy está agotado, por lo que resulta imposible de conseguir en formato físico, salvo algún ejemplar perdido en tiendas de usado. La librería especializada en Stephen King RDLM, cada tanto consigue alguno. Afortunadamente, el formato digital es una buena opción para estos casos y el libro está disponible en Amazon a un precio más que razonable.
Por el momento no hay planes de reeditar este libro en papel.
Como cuento en la breve biografía que he incluído en esta web, empecé a escribir cuando tenía más o menos quince años, fuertemente influenciado por Stephen King y por películas estadounidenses que veía por aquél entonces. Resulta comprensible, por tanto, que aquél adolescente situara sus novelas en esos mismos escenarios, y que además sus textos parecieran traducciones. Puesto que ninguno de esos textos tenía como propósito publicarse o divulgarse a mis allegados, nunca constituyó un problema para mí. Seguí haciéndolo de esa forma porque me gustaba y lo disfrutaba, y porque empecé a entender que para resultar creíble tenía que encontrar un registro adecuado y preciso que con el tiempo fui perfeccionando.
Recién cuando llegó la posibilidad de publicar y a medida que mi carrera se fue desarrollando, empecé a preguntarme si mi estilo no entraría en conflicto con una mi identidad como escritor argentino, que de hecho lo hace, porque esta es —por lejos— la pregunta que más me hacen. No hay una sola entrevista donde el periodista no me pregunte por qué sitúo mis novelas en los Estados Unidos. La respuesta que suelo dar es que lo hago de esa forma porque me gusta y lo disfruto, de la misma manera que cuando empecé, y que no hay en ello ningún tipo de decisión estratégica, del mismo modo que no descarto en el futuro escribir historias que sucedan en otras partes.
He terminado una novela que será publicada por la misma editorial que las últimas cuatro, Destino, en algún momento del año 2025. De ella puedo decir que es un thriller psicológico, y que de cara al lector posiblemente sea lo más desafiante que he escrito. El proceso creativo me ha recordado bastante al de La última salida.